La inconciencia del río
No tengo nada que decirte porque estoy vacío, porque mi vida la sigo como lo hace el agua de un río, que avanza por la pendiente con ayuda de la gravedad; no tengo conciencia del instante, por eso nada te puedo dar. Por un cauce me deslizo sin detenerme; salto, me arremolino y caigo, a veces freno pero siempre consigo encontrar algún mar, de donde regrasaré convertido en gotas, para empezar el ciclo una vez más. ¿Es la vida predecible? ¿O es mi vida un caso particular? Vuélvete a mi y dime, contesta estas preguntas o agota este río, que no tiene decisión de sus movimientos, o puede alterar su final. Syd.