Beso robado
Entre las tinieblas aparece su figura, delgada y curveada con suave finura, se mece lentamente y se acerca sin tropiezos, me mira directo como lo hace un perro a su hueso
Notando mi sorpresa, cambia su mirada, sus ojos se hicieron como una dulce mañana, vuela su cabello con un viento repentino.
Se acerca cautamente sin perderme de vista, no se qué expresarle, no comprendo este momento, era cautivante su mirada, más aún porque no parpadeaba.
Cómo un salto de felino, sus manos me sujetan reduciendo mi visión, no me susurra nada, ya ni siquiera me miró.
Sólo separa sus labios y los acerca a los míos, con profunda presión los desliza y vence la resistencia que ya ni tenía.
Pero tan ligera como vino, se pierde en la noche y no percibo su brillo. Mis ojos la siguen curiosos, aunque lejos ha partido.
Que breve momento disfruté, en compañía de una mujer... a la que nunca amé.
Syd.
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