¿Por qué me culpas?
¿Por qué me culpas? Si no fui yo el que se alejó, no hablas alegrías y tus manos sólo escriben versos de dolor. Las cosas que me gustan, para ti son tachas, y aún en las creencias que guardo en mi interior, tan sólo te muestro un ápice de esto y recibo un tormento de tus palabras, tan frías y distantes, que clavaste en ese momento una daga en mi corazón.
En la dureza de tu vida he escrito mis hojas, he querido que mi tinta sea roja, como sangre que brota de mis dedos, para marcarte suficiente hasta que se evapore con el tiempo. Si no es amor lo que yo siento, es porque no has visto lo que hay aquí dentro.
Si volvieras al camino de la felicidad, si te refrescaras con la sombra de la bondad, si comprendieras que la hiel que te rodea escapó de un orgullo vanal, convencida tu estarías que las sonrisas que me desacían, te abrirían las puertas que buscas y no encuentras, para tu pesar.
Pero no es suficiente lo que yo hago, es poco y no hay más, porque la distancia es insalvable, aunque una vez quise acortar. Reconozco cuanto te has esforzado, te he visto hasta llorar, pero esas lágrimas llegan a destiempo, porque mi corazón no se agita, como lo hacía muchos meses atrás.
Syd.
En la dureza de tu vida he escrito mis hojas, he querido que mi tinta sea roja, como sangre que brota de mis dedos, para marcarte suficiente hasta que se evapore con el tiempo. Si no es amor lo que yo siento, es porque no has visto lo que hay aquí dentro.
Si volvieras al camino de la felicidad, si te refrescaras con la sombra de la bondad, si comprendieras que la hiel que te rodea escapó de un orgullo vanal, convencida tu estarías que las sonrisas que me desacían, te abrirían las puertas que buscas y no encuentras, para tu pesar.
Pero no es suficiente lo que yo hago, es poco y no hay más, porque la distancia es insalvable, aunque una vez quise acortar. Reconozco cuanto te has esforzado, te he visto hasta llorar, pero esas lágrimas llegan a destiempo, porque mi corazón no se agita, como lo hacía muchos meses atrás.
Syd.
sabes que este poema aún me impresiona mucho, me hace recordar la tremenda metida de pata que hice... en verdad lo lamento, aunque me causa tristeza leer esas líneas, es uno de mis favoritos, creo que es masoquismo.
ResponderEliminar