Hoja Seca
Por las noches me desvelo y encuentro un lado mío, aquel que yo conozco y que no quiero en mi futuro; no es como mirarme a un espejo, es como sentirme adentro.
Cada día que recorro me convenzo más de mi sueño, he perdido el brillo en mis ojos y no veo ya el cielo; hundido en este lodo, el barro cubre hasta mi entrecejo.
Quiero ver la luz del día, quiero un nuevo amanecer, contemplar cada mañana el brillo del este, aquel que emana de ese astro luminoso que no agota su fuente.
Es un eclipse en esta vida, es un oscuro amanecer, nadie corre las cortinas y no puedo ponerme en pie, llevo años encerrado y no se cómo empezar a correr.
¿Dónde está la llave? ¿porqué la ansiedad? quiero alejarme de este nido bañado de soledad, no rodearme más de esos amigos que me impulsan hacia atrás.
Desasosiego es lo que tengo, mi corazón no palpita ya, siento un frío en el pecho y mis piernas pesan aún más, mis manos atadas a mi espalda desatarse no podrán.
Aún si viera el destello del Principio sin final, no creo levantarme para gozar el calor que me podría brindar, estoy cansado de mi mismo, estoy cansado de respirar.
Me alejo de la vida como una flor que se marchita, mis manos se deslizan como una hoja otoñal, mis ojos sólo saben expresar, lágrimas de dolor que no se como parar.
Daniel.
Cada día que recorro me convenzo más de mi sueño, he perdido el brillo en mis ojos y no veo ya el cielo; hundido en este lodo, el barro cubre hasta mi entrecejo.
Quiero ver la luz del día, quiero un nuevo amanecer, contemplar cada mañana el brillo del este, aquel que emana de ese astro luminoso que no agota su fuente.
Es un eclipse en esta vida, es un oscuro amanecer, nadie corre las cortinas y no puedo ponerme en pie, llevo años encerrado y no se cómo empezar a correr.
¿Dónde está la llave? ¿porqué la ansiedad? quiero alejarme de este nido bañado de soledad, no rodearme más de esos amigos que me impulsan hacia atrás.
Desasosiego es lo que tengo, mi corazón no palpita ya, siento un frío en el pecho y mis piernas pesan aún más, mis manos atadas a mi espalda desatarse no podrán.
Aún si viera el destello del Principio sin final, no creo levantarme para gozar el calor que me podría brindar, estoy cansado de mi mismo, estoy cansado de respirar.
Me alejo de la vida como una flor que se marchita, mis manos se deslizan como una hoja otoñal, mis ojos sólo saben expresar, lágrimas de dolor que no se como parar.
Daniel.
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