Para alguien que no conocí

En este rincón oscuro de mi vida,
en este aposento del dolor,
te escribo unas cortas líneas,
con la esperanza de que un ángel
te entregue mi aflicción.

Porque desde que no te vi
y supe de tu partida,
he vivido con la angustia
de no luchar por ti como debía.

Perdona mis lágrimas,
perdona mis lamentos,
no pude conocerte,
no tuve el valor en aquellos días.

Cada noche que te recuerdo
y cada día que te pienso,
vivo una tragedia
como una hoja que se seca
bajo el sol del desierto.

Y por ti
lo siento tanto hoy en día
¿Dónde estás?
Me repito sin respuesta
¿Vive en ti la chispa de la vida?

Pero no hay vida en mi
cuando te recuerdo,
por eso ruego al Señor
por nosotros,
porque es el drama
de algo que no sucedió.

¿Porque nunca llegué a conocerte?
¿Por qué el destino
nuestra reunión trabó?

Nadie sabe que te llevo,
pues nadie ve mi corazón,
y nadie presiente
que cada año que pasa,
acaricio más nuestro encuentro.

Así,
cuando esté a tu lado
algún día,
quizá allá lejos
detrás del firmamento,
no me guardes recelo
y perdona a quien cobijó
tus largas noches de silencio.

Syd.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Lejos del hogar

Mi Querida Tacna

Cantar de arrepentimiento

Anoche soñé contigo

Eterno silencio

Dos personas que jamás se amaron

Infelicidad

¿Por qué me culpas?

Te esperaré hasta el fin

Invierno en mi vida