Entradas

Mostrando entradas de 2007

Son tus ojos

Imagen
Tu mirada mágica y ágil deslizaron sobre mi, sentimientos de pasión que recuerdo al latir, al latir mi corazón cuando tu mirada fijaste en mi. Tus ojos que me vieron, observaron y desvistieron, que volcaron su pasión en mi, en auxilio de tus manos exacerbaron el cosquilleo, bañando mi cuerpo de atracción y dulce aroma juvenil. Sin ese brillo que me ciega, sin ese delirio que veo venir, escaparme yo podría y alejarme más de ti, pero son tus ojos que me miran y me envuelven sin remedio, apartando el recelo y acercándome con deseo hacia ti. Rendido por tu afecto, el silencio nos envolvió y cada vez que nos miramos me pierdo en el mar de tu interior, tus ojos son las puertas que se abren sin tocar, sólo miran y dominan, a este apasionado que no miraste al azar. Syd.

Idilio muerto

Imagen
Qué estará haciendo esta hora mi andina y dulce Rita de junco y capulí; ahora que me asfixia Bizancio, y que dormita la sangre, como flojo cognac, dentro de mi. Dónde estarán sus manos que en actitud contrita planchaban en las tardes blancuras por venir; ahora, en esta lluvia que me quita las ganas de vivir. Qué será de su falda de franela; de sus afanes; de su andar; de su sabor a cañas de mayo del lugar. Ha de estarse a la puerta mirando algún celaje, y al fin dirá temblando: "¡Qué frío hay... Jesús!" Y llorará en las tejas un pájaro salvaje. César Vallejo

Para el alma imposible de mi amada

Amada: no has querido plasmarte jamás como lo ha pensado mi divino amor. Quédate en la hostia, ciega e impalpable, como existe Dios. Si he cantado mucho, he llorado más por ti ¡oh mi parábola excelsa de amor! Quédate en el seso, y en el mito inmenso de mi corazón! Es la fe, la fragua donde yo quemé el terroso hierro de tanta mujer; y en un yunque impío te quise pulir. Quédate en la eterna nebulosa, ahí, en la multicencia de un dulce no ser. Y si no has querido plasmarte jamás en mi metafísica emoción de amor, deja que me azote, como un pecador. César Vallejo

Si tu supieras...

Si tu supieras, como se entretienen mis ojos en tu presencia, como se deleitan mis oídos con tus palabras, como se deslizan mis manos en tu suave piel, como me gusta respirar tu fragancia natural, como me alimento con tus besos amorosos. Si tu supieras, que no hay sentido que te ignora, que no hay razón sin tu ser, que no se ve la luz en el camino, que no se vive si me ignoras. Si tu supieras, más allá del destino ver, más allá del silencio oír , más encontrarías de mi. Si tu supieras, sentir mi presencia, sentir mi corazón latir. Si tu supieras, darme tu amor. Si tu supieras... Daniel.

Tren sin retorno

Mil noches aguardando en silencio yo estaré, compungido y agotado, pero decidido y arriesgado, he puesto mi corazón en una mujer que no ha de volver. Volver de un viaje sinfín, de una aventura desordenada, de apetitos que sembré y cosechas que recibí, en un entuerto la metí y no sé como ayudarla a salir. Salir con la victoria entre las manos, agitando ese banderín, mostrando su linda sonrisa a quienes ve venir, aquella que no olvido aunque nunca pude verla. Verla caminar y sonreír, acercarse delante mío y saludarme con un beso sinfín, decirle buenos días y gracias por venir, sólo en sueños estaría esta idea en mi. Mi sueño era simple y así se quedará, de ese viaje que inicia nunca volverá, pero yo no me resigno y la despido con amor, si un día vuelve encontrará a quien dejó. Dejó en un paradero, de donde veo como el tren se aleja llevándose toda mi ilusión, Bendita Gracia ilumina ese camino para que encuentre un buen destino. Destino que afronto desanimado, aquella musa que recibí y qu

Hoja Seca

Por las noches me desvelo y encuentro un lado mío, aquel que yo conozco y que no quiero en mi futuro; no es como mirarme a un espejo, es como sentirme adentro. Cada día que recorro me convenzo más de mi sueño, he perdido el brillo en mis ojos y no veo ya el cielo; hundido en este lodo, el barro cubre hasta mi entrecejo. Quiero ver la luz del día, quiero un nuevo amanecer, contemplar cada mañana el brillo del este, aquel que emana de ese astro luminoso que no agota su fuente. Es un eclipse en esta vida, es un oscuro amanecer, nadie corre las cortinas y no puedo ponerme en pie, llevo años encerrado y no se cómo empezar a correr. ¿Dónde está la llave? ¿porqué la ansiedad? quiero alejarme de este nido bañado de soledad, no rodearme más de esos amigos que me impulsan hacia atrás. Desasosiego es lo que tengo, mi corazón no palpita ya, siento un frío en el pecho y mis piernas pesan aún más, mis manos atadas a mi espalda desatarse no podrán. Aún si viera el destello del Principio sin final, no

Un viaje por el mar

Calmado en la orilla, mirando hacia el mar, me entrego nuevamente y sin vacilar. Contemplo ligeramente el lento palpitar, de las olas y avecillas, que animan estos días. En sueño profundo quedo, me desdoblo con facilidad, así la naturaleza nos premia por intentar. Un lucero yo parezco cuando rayo por el viento, tenía en mis pensamientos volar al norte, aún con esfuerzo. Llegando a mi destino te encuentro en nueva vida, y viéndote decidida, regreso sin consuelo. Después de mi experiencia agradezco al cielo, no por tu lejanía, sino por mi vuelo. Cuando llego a mi morada te dedico una oración, que vivas felizmente y sin turbación. Que otros brazos te cobijen y te den calor, porque yo con mil defectos no tengo tal don. Mañana iré a la playa nuevamente, al mirar las olas y peñascos te recordaré. A la soledad como siempre me abrazo, ella está presente en cada atardecer. Daniel.

Escritor bufón

En una noche de sigilo, cuando oyes un lamento, yo te veo en silencio con mis ojos humedecidos. No es lo que parece, es mas bien el rocío, aquel que se condensa cada vez que hace frío. Un poema como este no se escribe muchas veces, sólo en los momentos que sonrío solitario. No es que sienta alegría, es mas bien lo opuesto, pero dicen que si sonrío, me veo muy apuesto. Disfruto tan tranquilo aunque siento un lamento, pero quiero la alegría de un sutil esfuerzo. Ligeros son los versos, pero dulces como sinfonía, aviva con las palmas a este escritor. Novedosa forma de escritura tengo hoy, que alto es mi optimismo cuando mal estoy. La elegancia no es mi fortaleza, en realidad me caracterizo por un montón de torpezas. Y es que aún siendo grandecito me vuelvo loco y me excito, caigo fatalmente y miran mi deshonor. Si hago el ridículo me sonrojo como un chorizo, sólo falta un empaque para venderme por mayor. Ahora cambio mi fuente de inspiración y diré algo serio para terminar como un gran es

Rosa del Puerto

Dulce flor que escribes por la noches, que me anima con sus risas y me mima con sus besos, que comprende mis enfados y los olvida como un viento, esa eres tu, mi Rosa tan querida, que fuimos uno por algún tiempo y extrañamos viejos momentos, aquellos que no sabemos, si volverán algún día. Tan cerca nos hayamos pero tan distantes en el tiempo, las veces que nos vemos lo hacemos con sonrisas pero en el fondo nos decimos: "abrázame, tómame a la fuerza y no dejes que me escape, acaricia mi rostro tan sediento de tus manos, las que me han dado tanto afecto". Cómo fue que pasamos por ese malecón, aquel que de noche disfrutamos pero sin ningún roce de nuestras manos, nunca te lo dije pero ahora me animo, yo quería que me abraces y me cobijes en tu nido. Así que cuando vuelva a tu puerto, encallaré mi nave en tus playas, bajaré a ella y tomaré a mi enamorada, mirando el horizonte estaré, mas allá de donde van las aguas, añorando que traigas flores, para intercambiar besos y amores. D

A mi primer amor

A ella le dedico esta poesía, no sólo por el afecto que mantengo en silencio, sino por el recuerdo que perdura desde ese triste momento, cuando yo me despedía de la primera mujer que llegaría a mi vida. Todo lo que dimos no fue en vano, aunque han pasado muchos años, tengo el convencimiento que fue el de mayor afecto, no siendo los que siguen de menor valía, pero admito que a quien dedico esta poesía, causó en mi un estremecimiento, que hoy recuerdo con alegría. Por eso guardo un espacio a tan querida mujer, aunque pasan los años no la olvido y me cobija sin ella saber, en cada momento desafortunado cuando sufro una decepción, me acompaña en silencio y le agradezco desde el fondo de mi corazón. No en vano disfrutamos, no en vano nos besamos, siempre muy unidos aunque ahora separados, ¡querida mía! cuando pienso en tu memoria, me agito alegremente y sonrío con nostalgia, añoro esos momentos pero respeto tu distancia. Estoy convencido que éramos uno, pero el destino no lo aceptó, así pri

Mi oración por ti

Imagen
Callado en aquel lugar, mucho tiempo me refugié, con fuertes dolores en mi pecho, en las sombras me acosté. Angustiado me he sentido, mas no he dejado de soñarte, te anhelo por milenios, en mis brazos quisiera estrecharte. No te he visto hace mucho, y con lágrimas te lo digo, te pido que me escuches, me siento tan vacío. Se que oyes mis silencios, se que observas mi sangrar, no ignores más mis ruegos, pues ya no sé donde pisar. Eres la bendita, Diosa Madre con humildad, te pido que me ilumines, y me devuelvas el palpitar. Aquieta mis lamentos, con tus manos han de cesar, entrega a este solitario, el amor que lo ha de guiar Syd.

Sentimiento de dolor

Quisiera que regreses en el tiempo y que no digas las palabras que rompieron en silencio, no más llanto ni alegría, tan solo la medianía de un amor pasajero. Cuando pienso en el pasado olvido mi presente, añoro un futuro que sólo sucedería en mi mente, no es grato mi pesar y vivo del recuerdo, y ahora yo comprendo cuánto te quería, te quiero nuevamente en mis brazos todavía. Tu nombre lo menciono en silencio y a escondidas, yo quiero publicarlo y que sepan cuán desesperado estoy, de tenerte conmigo, quiero acercarme y susurrarte en tu oído, estos breves versos que expresan a este enamorado. Tanto que pasamos y luego terminamos, yo no duermo sin despertar con un dolor sentimental, me muevo desesperado y sollozo sin cesar, pronunciando muchas veces tu nombre hasta dormitar. No quiero ni pensar, el tiempo pasa y nos separa más, basta ya de este tormento y dígnate a hablar, seamos pues sinceros y empecémonos a amar, hagamos nuevamente de esta unión, un altar. Yo quiero verte a los ojos y s

Que la muerte no nos separe

Imagen
No se como he llegado hasta este punto, no he vivido poco pero siento que me falta mucho. Sigo desorientado y alborotado, muchas veces torpe y confuso. Esperando tantos años por un amor sincero, he agotado la fuente de mis ensueños, con el combustible consumido ya no llego hasta tu encuentro. Se que soy un renegón y tu aprecio no merezco, vienes tu sincera y con candor pero soy tan tonto y descontrolado que te daño en cada ocasión. No quiero hacerte una apología, como un tal Sócrates lo vivió, dedico esta poesía con poca rima y poco son, a la musa que me inspira cada noche en mi habitación. Es mi deseo ferviente, al ver tu adorada fotografía, que nuestras vidas se encuentren y yo te ilumine con alegría. Muchos años han pasado sin sentir el verdadero amor y tu fuerte y decidida me tomaste con ternura, dándome ese soplo de vida que hace latir mi corazón. Te he visto dócil y delicada, te he visto fuerte y con valentía, me estremeces permanentemente y causas mi admiración. Se que no merezc

La Luna y mi Amor

Es por las noches cuando te veo, no todo el tiempo te aprecio, pero siempre siento tu fulgor. Cuando te miro en silencio, gozo de tu luz y admiro tus formas, me quedo quieto muy lejos de ti. No se que pienso cuando te aprecio, mi mente vaga en esas noches, tu luz me acoge y me besa suavemente. ¡Cómo avanzas tan callada! Dejas que te aprecie sin rubor, te miro fijamente y medito en tu belleza. Tu apareces por el este, lenta y decidida, anuncias tu llegada con suaves destellos, entonces me hipnotizas y deseo descubrir tu velo. También tu comparsa se viste de alegría, llenos de brillo y mágica sinfonía, se alinean en figuras que no comprendo todavía. Cuando cierro mis ojos veo tu silueta, todo es oscuro pero tu brillas, danzas solitaria en espera de mi decisión. No llegues astro rey, quédate escondido, déjanos solos a ella y a mi, me gusta contemplarla cada noche que se muestra. Guardo complaciente tu nombre, que lo pronuncio en mi interior, sencillo es murmurarlo pero tan lejano es tu am

La Lluvia en Mi

Imagen
Silfos del aire y ninfas del agua, quienes se unen en las tempestades no los puedo ver ni reconocer, pero me alegro cuando por las noches vienen y bañan nuestro valle, con gotas de lluvia que limpian nuestros recelos hasta el amanecer. Hace tanto que espere una noche como esta, hace tanto que soñé con sentir cada gota caer; solamente falta mi niña bonita, quien me besa en mi mejilla y me refresca con su querer. A ti cariño mío te digo: "la lluvia me seduce e inspira nuevamente, me miro en tus ojos y deja que te bese fuertemente; quiero apretarte en mis brazos, quiero rozar tu mejilla, permite que me acerque... queda mucho todavía". Siento como agujas en mi rostro caer, levanto la mirada y presumo que es la lluvia que desata alegremente un cúmulo de placer, me agradas cuando vienes, me agradan tus caricias, te siento levemente y como te deslizas. Cuanta belleza se destila en esta noche, cuanta paz respiro con placer, la gente que se esconde se pierde una maravilla, es la Madre

La Voz del Corazón

Cuando escribo poesía disfruto la inspiración, es ella quien me dice cada palabra en cada renglón; no cierro los ojos, pero si mis oídos, escucho en silencio lo que viene de mi interior. La dejo fluir libremente, la dejo guiarme sin temor, me gusta cuando me visita y justamente ahora estoy, disfrutando su compañía que celebro sin discreción. Cuando camino con ella a mi lado, siento latir mi corazón, mi pecho vibra, se excita y delirio con emoción, no sabes cuán feliz me siento cuando iluminas mi interior. Si susurras cuando te necesito, escucho con atención; pero no siempre sigo lo que me dices y luego sufro una decepción, es por causa de mi torpeza que me golpeo, por no seguir a mi corazón. Obsérvame y encuentra mis secretos, dímelo al oído para corregirme porque necesito tus consejos, yo se que no te merezco, pero si me guías llegaré hasta las puertas donde te cobijas en mi interior. Cuando por la mañana me saludas, cuando me extiendes tu mano con amor, yo te escucho dócilmente y rec