Alejado de ti

De -
La vida está llena de tu ausencia,
como una campiña de solo arena,
que esparce con el viento
con cúmulos y remolinos
todo un manto polvoriento.

El amor se esconde tras los rencores
tan largos como eones
y profundos como cañones,
bajo la mirada del cóndor
desde los picos y nubarrones.

Estos ojos tímidos y sin brillo
están libres de alegrías,
porque no hay amor,
en esta vida que es vacía
que no conoce la paz interior.

Syd.

Comentarios

  1. De Soledadesjunio 11, 2009 11:54 p. m.

    Pienso en ti
    Me acostumbré a tus palabras,
    como el viento a la primavera.
    Me acostumbré a tus ojos apagados,
    por la desesperanza,
    a tu voz con distancia,
    a tu caricia contenida,
    en la estela del recuerdo.
    Al todo o nada.

    Me acostumbré a jugarme la vida,
    en una palabra,
    sin saber de mi misma,
    a preguntarle a mi corazón,
    sin saber si consentía.

    Me acostumbré a tu ansiada ternura,
    a tus pasos para verte,
    y al silencio de las equivocaciones.

    Me he acostumbrado a pensar,
    más que a actuar,
    a vivir,
    a expresar,
    sin saber que pasará.
    Me acostumbré a ti,
    con tanta paciencia,
    que la impaciencia nos dibujó el espanto,
    y a lo lejos logro sentir tu corazón confuso,
    buscando tu silueta.

    Me acostumbré a las cláusulas de una letra,
    echar de menos las noches,
    que jamás conocí,
    de la vidas que jamás viví.
    A pesar de la costumbre
    buena o mala,
    simplemente pienso en ti.

    ResponderEliminar
  2. Fabiolajunio 15, 2009 10:24 p. m.

    Dani..desde la última que leí tus poemas debo decir que has mejorado mucho..y no entiendo porque dices que no..sabes que no escribo nada ,pero me parecen muy buenos..lo que me apena es que tu corazón apasiondo sienta tristeza y melancolía..si puedo ayudarte ..sabes que cuentas conmigo.
    Fabiola

    ResponderEliminar
  3. Anónimojunio 19, 2009 2:50 p. m.

    Si supieras como late mi corazón por ti, cuanto quisiera estrechar tus brazos y acariciar tu rostro tiernamente. Sabes? Tú eres mi debilidad, llegue tarde a tu vida, no deje huella alguna... Pues ella está en lo más profundo de tu ser; pero sabes? Su cariño no se compara con el mío... Aqui sentada en este ricón espero por ti... Pero tú nunca llegaras.

    Y.G.

    ResponderEliminar

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