Escritor bufón

En una noche de sigilo, cuando oyes un lamento, yo te veo en silencio con mis ojos humedecidos.

No es lo que parece, es mas bien el rocío, aquel que se condensa cada vez que hace frío.

Un poema como este no se escribe muchas veces, sólo en los momentos que sonrío solitario.

No es que sienta alegría, es mas bien lo opuesto, pero dicen que si sonrío, me veo muy apuesto.

Disfruto tan tranquilo aunque siento un lamento, pero quiero la alegría de un sutil esfuerzo.

Ligeros son los versos, pero dulces como sinfonía, aviva con las palmas a este escritor.

Novedosa forma de escritura tengo hoy, que alto es mi optimismo cuando mal estoy.

La elegancia no es mi fortaleza, en realidad me caracterizo por un montón de torpezas.

Y es que aún siendo grandecito me vuelvo loco y me excito, caigo fatalmente y miran mi deshonor.

Si hago el ridículo me sonrojo como un chorizo, sólo falta un empaque para venderme por mayor.

Ahora cambio mi fuente de inspiración y diré algo serio para terminar como un gran escritor.

Aburridos son los días cuando vivo despreocupado, pero largos los momentos tan felices que se viven con amor.

Daniel.

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